Evaluando mi experiencia en el sistema educativo

¿La escuela sirve o no sirve?

Muchos personas entre los 15 y los 20 años se preguntan constantemente si la escuela realmente sirve o no. Una pregunta que todos tienen en algún momento y que el sistema educativo nunca te va a responder es: ¿lo que estoy viendo/aprendiendo/haciendo me va a servir para algo en el futuro? Y es que la escuela en cualquiera de sus niveles nos llena de materias, tareas, pendientes y reglas que parecen innecesarios.

Hoy voy a analizar mi experiencia en el sistema educativo. Evaluaré mi paso a través del sistema para responder la pregunta que está como subtítulo de este artículo: ¿La escuela sirve o no sirve?

Antes, quiero aclarar algunos puntos. Aquí en México existe una desigualdad enorme en las condiciones de vida, así como una apatía y un conformismo enorme por parte de muchas personas. Por esto, dejaré en claras mis condiciones en las que viví.

  • Toda mi educación fue en escuelas públicas.
  • Recibí diferentes becas como apoyo mensual.
  • Estudié los siguientes niveles durante los siguiente años
    • Educación básica:
      • Preescolar: desde los 3 hasta los 6 años.
      • Educación primaria: desde los 6 hasta los 12 años.
      • Educación secundaria: desde los 12 hasta los 15 años.
    • Educación media superior (vocacional): desde los 15 hasta los 18 años.
    • Educación superior (universidad/escuela superior): desde los 18 hasta los 22 años.
  • Todas las escuelas por las que pasé están ubicadas en la Ciudad de México.

Si tu, lector de este artículo, tienes o tuviste unas diferentes a las mías, cuéntame en los comentarios cuáles fueron las tuyas y cómo fue tu experiencia; estaré encantando de leerlas. Continuemos.

Tareas 📋

Efectivamente: ninguna tarea que hice en la escuela me sirvió como justificación para que me contrataran en mi trabajo. Ninguna tarea que hice está publicada en mi sitio web como portafolio. Ninguna tarea que hice me servirá para pedir un aumento de sueldo. Pero sí hubo tareas que me ayudaron para aprender algún tema. Y ese aprendizaje lo uso hoy en día y lo seguiré usando.

Si alguien en la calle me pregunta qué tareas de la escuela recuerdo con mucho aprecio, seguramente le diré que ninguna. Pero si me pongo a hacer memoria, seguramente recordaré varias. Las tareas tienen el propósito de reforzar el conocimiento del alumno, sin embargo, muchos profesores las usan para reforzar su ego o como método de entretenimiento. Esta es una de las razones por las cuáles muchos les tenemos aversión.

Hablemos primero de las buenas tareas. Hay unas que sí sirven de algo y que su relevancia va más allá de un semestre o un año: los proyectos. Desde los 16 hasta los 22 años, hice cada semestre al menos un proyecto para alguna materia de la escuela; si hubiese tenido la habilidad de venderme (vender mi trabajo), las hubiese aprovechado para formar un portafolio laboral desde aquel entonces y seguramente me hubiese conseguido para conseguir un trabajo antes o uno mejor pagado que el primero que tuve.

También, dentro de las buenas tareas, están las que desarrollaron mis conocimientos. Estas son muy difíciles de recordar, puesto que este conocimiento desarrollado está implícito en nuestra vida diaria. La notación desarrollada te sirve para que no creas que estamos a 79 años (2021) del año 3000. Saber (algunos de) los elementos de la tabla periódica te sirve para saber que nunca hay que verter agua sobre un ácido porque éste explota. Saber que Europa colonizó casi todo el mundo te sirve para entender por qué los países subdesarrollados o en proceso de desarrollo no somos relevantes a nivel mundial. Y podría seguir y seguir...

Para finalizar, hablemos de las malas tareas. Lo más grave que te puede pasar por no entregar una tarea es que tu calificación baje. Las calificaciones son completamente irrelevantes en el futuro. Si tienes más de 15 años, lo más grave que te puede pasar es que repruebes y afecte tu promedio. Y, a menos que quieras una beca, el promedio es completamente irrelevante en el futuro. Realmente el peso que la escuela y la sociedad le da a una tarea no entregada es completamente irracional.

Materias 💯

Yo soy una persona a la que le gusta aprender de todo, de verdad. Me gusta física, química, español, historia, geografía, civismo (o como le llamen ahora), biología, computación, incluso las matemáticas me gustan hasta cierto punto.

El problema con las materias viene cuando los maestros o el mismo sistema le ponen demasiado énfasis. Durante toda la vocacional y los primeros 2 años de la universidad, las escuelas a las que fui les pusieron un énfasis excesivo y enfermizo a las matemáticas y a la física. Estas experiencias hicieron que ahora le tenga una aversión grande a esas 2 materias, especialmente a las matemáticas. Y no es el único caso: una maestra en tercero de secundaria, una en vocacional y uno en la universidad casi provocan que odiara la historia, la biología y las bases de datos, respectivamente.

Y mucha gente pasó por lo mismo no solo con las matemáticas, sino también con las demás materias. Muchas personas desprecian las materias que no son de su carrera por el énfasis tan innecesario que los profesores o los maestros le ponen a dichas materias. Y esto también lleva a aumentar la ignorancia, por eso hoy vemos a gente que no sabe interpretar gráficas, gente que odia a la Real Academia Española o gente que cree que gobierno = malo y empresa = buena.

La realidad es que en la educación básica (preescolar, primaria y secundaria; desde los 3 hasta los 15 años) todas las materias son igual de importantes. En mi caso, a partir de los 16 años, cuando estaba en la vocacional comencé a llevar materias de programación y muchas materias dejaron de ser relevantes. Pero de estas materias relevantes, algunas me gustaba tomarlas: química, entorno socioeconómico de México, liderazgo, administración financiera, gestión empresarial, comunicación y otras más. Algunas incluso las aproveché, porque me sirven para lograr mis metas personales

A muchas personas, muchas materias las amaron y las disfrutaron aunque no la usen en la vida diaria por pura curiosidad, por un interés real o por las condiciones en las que les fueron impartidas. Todos recordamos alguna materia poco relevante para la vida diaria con mucho cariño. Y vale la pena quedarse con ese bonito sentimiento.

Profesores y profesoras. 👨🏾‍🏫👩🏾‍🏫

Todos recordamos a los profesores que presumían que nadie pasaba su materia, o a aquellos profesores que se burlaban de las otras carreras (en la mía se burlaban de todo lo que no fuera pensamiento lógico), o incluso esos profesores que llegaron a ser groseros con nosotros o con algún compañero, usando el recurso de la humillación para su satisfacción personal.

Pero también recordamos a los profesores buenos y las profesoras buenas, a aquellos y aquellas que nos inspiraron, a los que dieron más que solo el temario, a quienes directamente nos dijeron que el problema a veces no eran ellos, sino el sistema. Y para mí, eso es suficiente para no generalizar y no tachar a todos los profesores y las profesoras con la etiqueta de los profesores son malos.

Siempre tendrán mi reconocimiento y mi respeto todos aquellos profesores y todas aquellas profesoras que fueron más allá. Los y las recuerdo con mucho cariño, aprovecho a aquellos y aquellas con quienes mantengo contacto para saludarlos y agradecerles su trabajo de vez en cuándo. Y todos aquellos malos profesores y profesoras pues... dejémoslo así.

Si sigues en contacto con algún profesor o profesora de alguna escuela, sé agradecido con ellos y ellas y exprésaselos. Créeme que lo agradecerán siempre y eso los inspirará a seguir siendo mejores, incluso los inspirará a mejorar.

El mundo real. 🌎🌍🌏

Confirmo: nos debieron dar clases de inteligencia emocional, de finanzas, de salud física y mental, de leyes, de trabajo y de didáctica. El mundo de hace unos años no lo requería porque la vida era una serie de pasos claramente definidos; pero el mundo de ahora, incluso el mundo pre-COVID, requiere de todas estas habilidades.

Todos los días vemos publicaciones en redes sociales que reclaman al sistema educativo estos conocimientos, sin embargo, hay un conocimiento que todos olvidan: el auto-aprendizaje. Hoy en día en internet encuentras todo el conocimiento del mundo y hay que saber aprovecharlo. Auto-aprender incluye crear un hábito, discriminar información, categorizar datos, investigar, llevar apuntes, compartir lo aprendido al mundo, interiorizar, ser curioso.

La buena noticia es que todo el sistema apunta a implementar estos cambios. No al ritmo que quisiéramos, pero inminentemente llegará. Es hora de un cambio que incluso nosotros deberíamos exigir, independientemente de que uno quiera o no tener hijos en el futuro. Esto es por el bien de la humanidad.

Reglas. 🙄

No sé cómo sea en las escuelas privadas, pero en las escuelas públicas a las que fui, a ningún maestro o autoridad le descontaron el sueldo por llegar tarde. En cambio, a mí sí me castigaron durante la primaria y la secundaria por llegar tarde, mientras que en la vocacional me llegaron a cerrar la puerta. En la universidad no me pasó eso pero seguramente a muchos sí les llegó a pasar. Estos castigos jamás me sirvieron ni le sirvieron a nadie para entender que llegar temprano a un lugar era importante. Es más, la mayoría de las veces uno llegaba tarde por razones que uno no puede controlar.

Como muchos saben, esto viene de la época de la primera revolución industrial, cuando llegar tarde al centro de trabajo implicaba una pérdida financiera y que la producción del día se vuelva irrecuperable. Ya no estamos en el siglo XIX, hoy en día las empresas maquiladoras reemplazan a sus empleados por robots (y qué bueno), por lo que castigar a un alumno por llegar tarde se vuelve innecesario y contraproducente. Es más, mi primer trabajo de la vida (intendente) tampoco fue en un lugar donde la producción se arruinara por llegar tarde. En la vida real, llegar tarde a un lugar no tiene consecuencias devastadoras. Llegar tarde con una persona solo implica una decepción por parte de esa persona, y si fue por causas ajenas a uno, la otra persona lo comprende.

Otra cosa completamente innecesaria era impedirle llevar accesorios a las mujeres o cortes de cabello diferente a los permitidos por los hombres. Nadie aprendió más o aprendió menos por reglas como esas. Es más, lo primero que hicieron todas y todos cuando ya no estaban bajo esas reglas fue cambiar su apariencia a como siempre la quisieron. Y honestamente, los únicos que verdaderamente se preocupan por la apariencia son personas pertenecientes a la generación X, es decir, los que tienen más de 40 años a día de hoy (2021).

El último aspecto irrelevante era la presentación de cuadernos, libros, útiles, etc. Yo sé que los chicos y las chicas con habilidades artísticas disfrutaron forrar sus cuadernos, enumerar páginas, poner márgenes, añadir etiquetas, comprar el paquete con 72 colores diferentes y ponerle nombre a sus útiles. A mí no me gustó eso porque no tuve ni tengo habilidades artísticas, estas actividades me provocaban mucha frustración y mucho cansancio. Y es que la cuestión no es de ser artístico o ser lógico (una falsa dicotomía), sino de permitirle a cada alumno llevar sus apuntes y sus útiles como él o ella quisiera, ya que al final del día son sus apuntes. Este problema provocó que, salvo las tareas "digitales", todos mis cuadernos hayan terminado en el centro de reciclaje.

Este punto fue completamente negativo. Tristemente, aquí no hubo nada que rescatar.

Respondiendo la incógnita ⁉

Finalmente, resolvamos la pregunta de los 64 mil: ¿la escuela sirve de algo?

SÍ.

O sea, sí André. ¿Pero por qué?

Porque durante la escuela vives experiencias, tanto buenas como malas. Y a largo plazo te das cuenta que las experiencias malas se olvidan, mientras que las buenas permanecen. Hace casi 2 años que egresé del último nivel "ordinario" del sistema educativo, es obvio que mis recuerdos malos siguen presentes, pero a lo largo del tiempo dejarán de importarme. Los buenos ocuparán su lugar.

Es cierto que la escuela no nos enseña todo lo que debería, pero indirectamente te forma, cosa que aún no se puede lograr sin supervisión. Y nuestros padres no tienen tiempo para supervisarnos, esa tarea se la delegan al sistema educativo.

Créeme, no te quieres perder esa materia interesante, no quieres "no conocer" a ese profesor inspirador, no quieres evitar hacer esa tarea que te parece interesante y desafiante. La escuela tiene sus truquitos para aprovecharla al máximo, créeme. Además, no ir a la escuela genera más desventajas que ventajas, aún hoy en el 2021 post-COVID.

Consejos sinceros que me hubiese gustado escuchar (o leer) 💭

Si tienes menos de 15 años... 1️⃣5️⃣

Sí, sí son importantes todas las materias. No, no te preocupes por las calificaciones, por las tareas que no entregaste ni por tu promedio. Enfócate en aprender. No permitas que un mal profesor o un sistema te quite el gusto por esa materia que te gusta. Y el 99% de tus "amigos" te olvidarán a los pocos meses, no te desvivas por ellos. Y la salud mental es muy importante, ve al psicólogo.

Si tienes entre 15 y 18 años... 1️⃣5️⃣ - 1️⃣8️⃣

No dejes la escuela. Esfuérzate en las materias que te gustan e ignora las que no te gusten, pero igual dales una oportunidad, quizá te sirvan de algo. ¿Tienes un límite de faltas que puedes "usar"? Aprovéchalas (pero no demasiado), no va a pasar nada porque faltes unos días al semestre o al año. Comienza a investigar y a buscar información acerca de lo que quieres lograr, ve qué conocimientos necesitas desarrollar en el largo plazo. Tras salir de la escuela, algunos amigos los conservarás e incluso te harás amigo de algunos profesores y profesoras, guarda muy bien sus contactos y sal con ellos regularmente.

Si tienes más de 18 años... 1️⃣8️⃣

Comienza a armar contactos, si son de otras carreras, mejor. Tómate todo el tiempo que quieras, lleva pocas materias al semestre o al año, no hay prisa (pero no te lo tomes tan a la ligera); estás en el mejor momento. Todos los profesores son extremadamente relajados. ¿Quieres faltar un día? Hazlo, busca un patrón que te indique cuando es bueno faltar. ¿No te gusta una materia? Para eso existen los exámenes de recuperación. Desarrolla la habilidad de auto-aprendizaje, esa habilidad es la clave.

Conclusión 🏁

NO DEJES LA ESCUELA. El sistema educativo se vence desde adentro, o desde afuera pero cuando ya pasaste por él. Vale la pena pasar por ella y cada nivel tiene sus particularidades.

Tristemente en el 2020 con la pandemia, el sistema educativo provocó un gran daño que se verá a largo plazo: la gente que no quiso aprender será más y vendrá una ola gigante de gente ignorante. No dejes que una mala experiencia te quite las ganas de aprender.

Desde que me gradué, yo decido qué, cómo, cuándo y por qué aprender. Aprender cuando nadie te ordena hacerlo es todo un placer. Si alguna vez quisiste saber cómo se llaman los elementos químicos después del 110, qué fue de Yugoslavia, por qué 0/0 no es 1, cuáles son las garantías individuales o cómo se conjuga el futuro del subjuntivo en la primera persona del plural, lo puedes saber. El aprendizaje no se acaba en la escuela, se acaba cuando uno muere.

Déjame tus comentarios o mándame un tuit con tus sugerencias o comentarios a (at)AndreAndyP.

Au revoir, mes amis 😄